
Si la presión dentro de la nueva cúpula que cubre el pozo continúa subiendo, eso significaría que no hay otras rupturas dentro del tubo de perforación. Si la presión bajara, podría significar que hay problemas.
La presión dentro del pozo se encuentra en 6.700 psi y continúa subiendo de manera constante, afirmó Wells. «Uno de los problemas de tener una cámara submarina es que, cuando el petróleo deja de verter, todos creen que esto ya pasó. No es así«
Si la presión baja por debajo de las 6.000 psi, significaría que hay un problema dentro del pozo. Si sube por encima de 8.000 psi, se podría concluir que el pozo está intacto, informó a la prensa el vicepresidente de exploración y producción de la compañía, Kent Wells.
El objetivo último es averiguar si el pozo tiene alguna otra fuga. Para ello, se irá midiendo la presión durante todo el tiempo que se alargue el procedimiento, que puede durar hasta 48 horas.
«Es una gran señal pero está lejos de la meta final«, dijo Doug Suttles, otro importante ejecutivo de la empresa, al referirse al test realizado para probar los niveles de presión críticos en el pozo averiado frente a las costas de Luisiana en lo que constituye la primera vez que se consigue este objetivo desde el accidente en la plataforma Deepwater Horizon en el que murieron 11 trabajadores el 20 de abril y que inició el peor derrame en la historia estadunidense.
El presidente Barack Obama, al saludar la contención del derrame, calificó el procedimiento de «señal positiva» y recordó que aún se encuentra en «fase de prueba«.
Wells dijo que, tras el cierre de las válvulas con el auxilio de los robots submarinos, los ingenieros comenzaron a monitorear la presión cada seis horas. «No fluye más petróleo en el Golfo de México«, indicó el directivo; sin embargo, advirtió que no se deben tener expectativas desmesuradas.
Por ahora la fuga se mantendrá tapada únicamente como prueba, destacó Wells. «Nos hallamos en la etapa inicial del test«, reiteró el vicepresidente. «Las próximas horas son críticas para el manejo ulterior», advirtió la empresa.
El pozo a 1500 metros de profundidad está cerrado con fines de pruebas. El test, denominado «prueba de integridad del pozo», podría tomar entre seis y 48 horas.
Medios de prensa han señalado que el pozo será cerrado totalmente con perforaciones realizadas varios kilómetros por debajo del lecho marino, por las que se introducirá lodo pesado y cemento. Esto ocurrirá a finales de julio o a comienzos de agosto.
La Agencia Internacional de Energía estima que desde la explosión y hundimiento de la plataforma se ha producido un derrame de 2.3 a 4.5 millones de barriles de crudo en el Golfo de México.
El desastre ha afectado cientos de kilómetros de costa, sobre todo en los estados de Luisiana, Alabama, Misisipi y Florida y ha golpeado a las industrias turística y pesquera. Los trabajos de contención y limpieza han costado miles de millones de dólares a BP, que además enfrenta multas y juicios.
Analistas encuestados por Reuters Insider pronosticaron que BP gastará entre 63 mil y 100 mil millones de dólares en los próximos 15 años para hacer frente a tareas de limpieza y temas legales.
BP, que está en la mira de los legisladores estadunidenses a raíz del desastre, podría enfrentar una prohibición para obtener nuevos contratos de arrendamiento por hasta siete años, según una ley que está siendo tratada en el Congreso. En tanto, en la Universidad Federal de Río de Janeiro se informó de una nueva técnica para limpiar petróleo en el mar,con el uso de glicerina de biodiesel que absorbe el crudo.
Source: www.jornada.unam.mx
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