La producción en el Paleocanal de Chicontepec proviene de terrígenos arenosos de edad terciaria. En la Faja de Oro, producen las calizas arrecifales y periarrecifales del Cretácico y en la cuenca, las facies calcareníticas y terrígenas del Jurásico Superior, además de las calizas fracturadas del Cretácico Inferior.
Los estudios geoquímicos indican que las rocas generadoras más importantes son las del Jurásico Supe-rior y, en segundo término, las del Aptiano y Turoniano.
Jurásico Superior
El contenido de carbono orgánico es superior al 1 % en el 57% de las 309 muestras analizadas de las formaciones Santiago, Tamán y Pimienta, del Oxfordiano, Kimmeridgiano y Tithoniano, respectivamente. El 40% de ellas presenta un potencial de generación(S2) superior a 2.5 mg/g. La Formación Santiago del Oxfordiano es una unidad con fuerte potencial, debido a que para aquel entonces la aún incipiente transgresión marina cubría sólo algunos restringidos depocentros en los que se acumulaban carbonates y arcillas bajo aguas someras de muy baja energía, propicias para la preservación de materia orgánica de buena calidad (I y II) , pero con aportaciones de materia orgánica continental (III) , por la cercanía de amplias áreas positivas circundantes.
Durante el Kimmeridgiano, la transgresión cubrió casi toda el área Tampico-Misanda, continuando la sedimentación de lodos calcáreo—arcillosos (Formación Tamán), adecuados para la conservación de materia orgánica, pero distribuidos solamente en el 50 % de la cuenca. Esta secuencia conserva aún cantidades importantes de carbono orgánico e hidrocarburos potenciales ( S2 ) .
Fue hasta el Tithoniano cuando la cuenca quedó completamente cubierta, con el predominio de ambientes tranquilos de mar abierto, en los cuales se depositaron carbonates y arcillas con materia orgánica marina (tipo II) que dieron origen a la Formación Pimienta, la cual presenta, actualmente, un potencial aunque sólo 6 superan los 2.5 mg/g de S2. Los estudios ópticos indican que contiene predominantemente kerógeno tipo II. Todo esto, permite definir a esta formación, aún inmadura, como potencialmente generadora de regular importancia, en la mayor parte de la Cuenca Tampico-Misantla.
Las mejores rocas generadoras corresponden a las calizas arcillosas y lutitas calcáreas del Jurásico Superior, las cuales se encuentran generalmente maduras.
Estudios indirectos indican que la generación se inició a partir del Eoceno y Oligoceno en las áreas
más profundas y/o calientes, mientras que en la mayor parte de la cuenca, la generación masiva ocurre durante el Mioceno, a pesar de lo corto de la pila sedimentaria (2 a 3 km), a causa del gradiente geotérmico relativamente alto que oscila entre los 25 y 30°C/km en la mayor parte de la cuenca.
Diversas correlaciones roca—aceite concuerdan en que las rocas que dieron origen a los aceites de esta cuenca corresponden, principalmente, alas formaciones Tamán y Pimienta del Kimmeridgiano y Tithoniano.
Aun cuando es importante la capacidad generadora de la Formación Santiago del Oxfordiano, su
distribución restringida permite considerar que estas rocas aportaron sólo cantidades limitadas de los hidrocarburos almacenados.
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